De: Luis Blanco
Date: 15/10/2006
resulta frecuente encontrar la frasecilla "toreo serio" para diferenciar la corrida de toros de los toros en la calle, considerados por un sector de los aficionados "serios" como algo impresentable en la modernidad actual y más concretamente el caso del Inmemorial Torneo. Como torneante y aficionado de la calle aunque también a la corrida, no caeré en el error ni de despreciar a tan selecta afición ni de relatar sus contradicciones y vulnerabilidades, aunque me parece sucede los mismo que en los harenes, donde el califa habla de lo que hace y los eunucos hablan de oidas. Permítanme pedirles alguna cosilla : no hablen ex catedra de lo que no saben, como Burladerodos quien afirma acuden al Torneo 20.000 lanzas!. Estudien en serio al toro y la historia del toro abandonando los tópicos insostenibles, las mentiras interesadas y la misma retahíla con que nos aburren y bombardean sistemáticamente en las "conferencias" que como los nícalos brotan en otoño; incluso si me permiten una sugerencia, vayan a las talanqueras, prados y campos para conocer de verdad el comportamiento del toro, que eso no se analiza desde los tendidos. Vayan más a los archivos y menos al Cosío olvidando a los moros, la corrida caballeresca etc.. y por favor, no hagan ni el menor caso de lo que cuenten el 90 % de los ganaderos (esclavos y víctimas de las figuras).Por último, olvídense de la frasecilla "respetar al toro", verdadera expresión del complejo de culpabilidad que les han metido en la cabeza los antitaurinos y consecuencia de ver los toros desde demasiado lejos pues si sintieran su bufido en las proximidades, lo último que se les ocurriría pensar es en esa frasecilla hecha y por último (ahora de verdad), cuando vayan a entrar a la plaza y vean a 10 energúmenos insultarles impunemente, tomen nota de la "seriedad" de los tordesillanos y otros torneantes y en vez de agachar la cabecita y entrar muy deprisa, planten cara. A partir de ahí, el adjetivo "serio" aplicado a la corrida de toros tendría máyor viso de realidad, ahora, lo verdaderamente serio (con notables excepciones)es el dinero que corre.