Patronato del Toro de la Vega

Drogas, brujas y malas intenciones

De: Luis Blanco
Date: 19/09/2006

Comentarios

Cuando un toro no responde a lo que de él se espera, inmediatamente se piensa que está "drogado", dando por hecho que existen compuestos mágicos capaces de conseguir que el toro obre como convenga en cada momento. En realidad, la panoplia disponible de "drogas" se reduce a : maleato de acepromacina : tranquilizante que adormila al toro. La carne queda inservible.Impide el movimiento a dósis muy bajas. Hidrocloruro de xilacina : el tranquilizante más utilizado,es además analgésico, relajante y sedante, incapacita reacciones agresivas y control de entorno. Propionilpromacina : de mayor duración que xilacina, sin capacidad anestésica, pesadez de movimientos, párpado superior caido. Benzodiacepinas : inducen somnolencia, incapacidad de precisar, descoordinación. Diazepam : apatía ante los estímulos del medio, debilidad muscular. Glicopirolato : efecto secundario de visión borrosa. Como factor común hacen que el toro presente completa indiferencia al entorno durante un cierto tiempo, se administran por vía intravenosa y no puede precisarse una dósis de contención. En resumen, es imposible "drogar" a un toro durante 12 horas de modo que posicione, controle y ataque como lo hizo hasta el extremo de que nadie se atrevió a echarle un capote; la velocidad y precisión con que lanzó el arreón de la Josa y dominó el círculo no parecen propios de un animal drogado, pues ni entraron los peones, ni pasaba caballo que no posicionara. Si estaba "drogado" ¿por qué se tardó tanto en poder con él?; otra cosa es que los toros avisados, toreados, marginados o simplemente "locos", en el argot ganadero, no se muevan en asfalto porque saben que ahí poco tienen que hacer; pero cuando llegan a la arena, cambian radicalmente; entiendo que eso fue lo que pasó y me parece que el alanceamiento fue de los más difíciles de los últimos años. Saludos

S1

Última modificación: 09 de January de 2009