De: Pepe A.
Date: 22/06/2006
Leo en el norte de castilla un nuevo escrito en contra del Toro de Benavente y, ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, contra el Toro de la Vega al que califica de espectáculo "aberrante". Vuelven los nuevos ricos e intelectuales enfermos del mal progre a cargar, cuando empieza el verano, contra el Toro de la Vega y su torneo famoso y tradicional alegando prejuicios archisabidos y conocidos para mover a los políticos a "tomar cartas en el asunto" en su pensamiento único, salvífico, redentor de salvajes y misionero de caníbales. Ellos y ellas, ahítos de alcohol y coca, que se esconden y callan ante las tremendas injusticias humanas, claman por un- para ellos, pobre- toro que, se mire como se mire, siempre estará por debajo de las personas en la escala natural, al mismo nivel que los monos, las ballenas, los perros, los gatos, hormigas, ranas y piojos. Que el Norte vuelva con su música y tabarra conocidas no es de extrañar.Ahora sólo queda que dé el mismo tratamiento a la opinión contraria, aunque eso será, mucho me temo, cuando la rana tenga pelos. Son tiñosos mentales, enfermos de envidia, y animosos por romper la unidad, la nuestra, que cada vez está siendo y debe ser más profunda, más duradera, más eficaz. ¿No será hora ya de crear un partido político taurino?