Patronato del Toro de la Vega

Toros en puntas

De: M. Cancio
Date: 02/02/2006

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Propone Ambrinos correr toros sin tocar, cosa a la que nos adherimos buena parte de los que amamos esta tradición; los argumentos son obvios : el toro saldría entero física y sobre todo síquicamente, pero la reglamentación manda despuntar los toros para correr, (salvo que luego los utilicen los toreros). Queda otro escollo o el escollo causante de lo anterior : la peligrosidad. Algo tan subjetivo como la peligrosidad, es determinada por los veterinarios, quienes para curarse en salud tienden a pedir, cuando no exigir, afeitados a veces bochornosos y en caso contrario “no firman”. No tienen protocolo ninguno para determinar el peligro potencial de una res, que reside básicamente en su actitud y no en centímetro arriba o abajo de pitón; ¿cómo van a predecir la aptitud, actitud, la fiereza?, pues a cortar, así se mata “el veneno” físico y repito, psíquico. Salvo loables excepciones, la tendencia actual es ver aparecer por toriles veterinarios a palo seco, sin afición ni amor hacia el toro corrido, ignorantes cuando no despreciadores de lo que es la calle y gracias si no son “ecologistas”. Para lo único que no ponen pegas es para cobrar. Al anterior problema se añade una autoridad con verdadera vocación de imponerse hasta en los menores detalles de la vida, véase lo del tabaco; temerosa de que haya heridos; escamada por más de un sinvergüenza que habiendo sido cogido cuando corría toros libremente, pretende hacer con ello el negocio de su vida y recurre a los tribunales pidiendo millones por “daños y perjuicios” y falseando la verdad con el mayor descaro. En este marco, tiran por el camino más fácil : estropear los toros. ¿Solución?. Coherencia : correr toros es peligroso, a veces muy peligroso, para todos, atalancados incluidos, pero nadie nos obliga a ir, así que hemos de asumir el precio o quedarnos en casita. Coherencia : no se puede legislar sin contar con los verdaderos interesados que son las gentes de los pueblos. No la multitud de vampiros que hacen su agosto en agosto so color de nuestra seguridad. Coherencia : los técnicos deben garantizar la calidad del producto conforme a los patrones del cliente; es decir, de nosotros, los que pagamos, no de sus opiniones o intereses. Coherencia : los políticos están para servir al público, sin extralimitarse ni convertirse en sombras omnipresentes y al público tampoco nos interesan ni sus opiniones ni sus intereses; menos aún si los políticos son “europeos”; de ellos sólo queremos eficiencia e inquietud continua por agradar a quien les paga espléndidamente. Respecto a la fiesta nacional, amigo Ambrinos, me parece que se irá arreglando sola. Si baja el número de espectadores, tendrán que bajar sus contratos toreros y ganaderos, porque habrá menos beneficios; el negocio –no la afición- caerá peligrosamente hasta que un buen día aparecerá el empresario inteligente que pedirá al ganadero “de segunda” toros fieros, saldrán un par de toreros capaces de pegarse con ellos para sacar dos derechazos y un picador que cite de pechos, reciba y evacue y los tendidos volverán a poblarse porque habrá vuelto la incertidumbre, aunque me temo que también la sangre; pero todavía corren tiempos de previsión absoluta y fetichismo. Por el toro fiero no te preocupes; en cuanto se refresque un poco y con algo de suerte la degenerada cabaña brava, volverá el toro a arrancar tablas; tanta pureza genotípica, tanto encastito, tanto prototipo racial y tanta exigencia toreril nos han llevado a una cosa boba de toro que eso sí, embiste con suavidad y reiteración no mira y aparenta, aunque tiene el centro de gravedad tan adelantado que ruedan como pelotas, han perdido buena parte de su inteligencia incluso de su sensibilidad y adquirido tal resignación, que aceptan cualquier tribulación sin el menor bramido : hasta se mueren educadamente.¿Dónde la ira? Perdóname Ambrinos por este rollo y no tomes como dogma lo expuesto; sólo son opiniones de un aburrido. Un abrazo.

S1

Última modificación: 09 de January de 2009