horizontal rule

EL TORO DE FUEGO O EMBOLADO 

Alberto de Jesús. Director de la revista taurina Bous al Carrer.

Artículo publicado por la Asociación de Encierros de Medina del Campo 
en la publicación "Nuestra Fiesta", nº 0 de Marzo 2.004.

horizontal rule

De todas las costumbres y ejecuciones, mención especial merece esta suerte que goza de un carácter trascendental en la Comunidad Valenciana, el "Bou Embolat" en la que es una costumbre muy extendida en casi la totalidad de los pueblos de la región. Su ejecución se realiza siempre al anochecer después de cenar, en prácticamente todos los municipios que festejan actos taurinos.

El rito en sí consiste en llevar al toro atado con una soga a un palo o Pilón atravesado por un agujero por el cual se introduce la cuerda, se lleva al animal hasta que este queda inmovilizado contra el poste y por los mozos que lo aguantan e impiden al astado moverse demasiado y así evitar que se lastime el animal y los emboladores. La función es la de colocarle al toro unos aparatos de hierro de medio metro de largura, ajustándolos firmemente a los pitones mediante unas argollas y prensores roscados que se agarran al asta con gran fuerza sin causarle daño alguno, con unas garras semicirculares que se adaptan eficazmente al pitón, que tienen muescas similares a las llaves de apretar los tubos de los fontaneros. En la parte superior de estos artilugios llevan una bola de masa de cera, resina y combustible disuelta en cáñamo o algodón, prensada y fuertemente atada con alambres y que es altamente inflamable, una vez colocado los "ferraches" (operación que dura menos de un minuto desde sacar al toro del toril hasta cortarle la soga) se procederá al encendido y cortada de la cuerda. La cuerda la corta el embolador, y se suele quedar un aficionado cogido al rabo del animal para entretenerle mientras se marcha el cortador. La duración del fuego dependerá de la cantidad de material que se haya colocado en los aparatos.

Queda demostrado que esto no produce mal físico a los toros, ya que no gotean fuego ni queman la piel del animal. Son muchos los animales de alquiler que son embolados hasta 100 veces a lo largo de su vida sin ningún mal físico visible ni aparente.

La tradición y origen de esta costumbre queda reflejada en muchos documentos y símbolos arqueológicos a través de la historia. Existen pinturas en Pompeya y diversas grutas de exhibición de toros con llamas en los cuernos, lo que afirmaría de la pasión que los Cretense, Griegos y Romanos, aficionados a los juegos con el toro que decidieran alargar estos a la noche, creando espectáculos nocturnos.

También quedan firmemente documentados los hechos que ocurrían en las distintas conquistas celtas, galas, Romanas, cartaginesas etc... por la zona Mediterránea, en la que empleaban a menudo estrategias nocturnas de ataques militares, preparando los propios toros semibravos, castrados y bueyes que utilizaban como transporte y alimentación, con unos hatillos de leña y trapos sujetados en los cuernos, o en la testuz, untados de grasa o brea. Los conquistadores atacantes, acercaban sigilosamente la manada apacible de toros hasta las proximidades del enemigo mientras dormían, una vez allí prendían fuego a los artilugios preparados en los cuernos de los tranquilos astados y los achuchaban hacia el campamento enemigo, lo que suponía el enfurecimiento de los toros debido al fuego, así que arrasaban el campamento enemigo y atacaban crneando a todo ser viviente, haciendo huir pavorosamente a los caballos y elefantes que se empleaban por costumbre en aquella época. Posteriormente, bajaba el ejercito atacante y reducía al enemigo ante el desconcierto causado. Al día siguiente buscaban a los toros supervivientes con los caballos y los volvían a recuperar al campamento.

No es de extrañar que estas culturas, embolaran toros con fuego las noches de celebración, con el fin de recordar batallas ganadas, lo que se traspasaría hasta la época actual a través de los tiempos y las distintas culturas.

El toro de Fuego: Cuestiones Técnicas:

El toro de fuego parece ser una costumbre ibérica arraigada desde épocas primitivas, ya que existe conocimiento de que el soldado ibero Orisón invadió por la noche un campamento cartaginés con toros portadores de fuego en las astas, sembrando el pánico y así vencer a Amílcar. También encontramos referencias en las fiestas reales, en la proclamación de Felipe IVcomo rey en Zaragoza. Al igual que de carácter religioso, celebrando las apariciones de vírgenes y santos con la suelta de toros embolados. La fiesta del toro de fuego ha ido evolucionando, y en la actualidad no se hace sufrir al toro ni se le causa ningún trauma, la gente antitaurina dice que ponerle los hierros al asta ya es un trauma para el toro. Pero después de estudiar estos traumas podemos llegar a la conclusión que no es más que la rebeldía que puede tener un perro al ponerle un collar, o la de un caballo al ponerle una cincha o un bocado por primera vez.

Después de analizar al toro sicológicamente lo hemos hecho físicamente, por eso hemos comprobado que el asta del cuerno tiene un espesor entre 3.2 mm a 4 mm en la parte donde se ubicaría la argolla trasera del hierro, y de 5 mm. a 6 mm. en la parte donde se ubicaría la argolla delantera, con un sho (medición de la dureza) mucho más alto.

La punta del asta comprendida entre 30 o 40 mm aparte de ser más dura que el resto del asta carece de riego sanguíneo, por tanto no nota el calor de las bolas.

El espesor del asta lo hemos analizado porque las argollas que sujetan los hierros con el asta del toro, llevan unos pequeños relieves: y hemos comprobado que estos nunca llegan al interior del asta donde se encuentra el hueso. Al apretar las argollas con una fuerza de 15 a 20 nw. (medición de fuerza) que es lo más habitual, los relieves se introducen 0.3 mm a 0.5 mm., y para llegar a romper un asta tendríamos que aplicar una fuerza superior a 50 nw. Algo imposible, con esta fuerza se introduciría de l mm. a 1.8 mm. como máximo pero nunca llegaría al hueso.

También se dice que las astas se queman; por eso hemos analizado la temperatura que tienen las argollas del hierro, que son las que tienen el contacto con el asta. La temperatura registrada, es la ambiental.

Llegamos a la conclusión que no pasan de 45º C en ningún momento, y por tanto es otro tópico taurino. Al igual que los hierros, las bolas también están hechas de forma que los toros no padezcan en ningún momento, los materiales de las bolas que en la antigüedad eran de estopa impregnadas con alquitrán, trementina, brea, resina, etc., en porciones no dosificadas, hacían que goteasen y por consiguiente quemaban al toro. En la actua1idad los materiales de las bolas se han estudiado y por lo tanto evolucionado y las mezclas se han dosificado para que no goteen por tanto no queman en absoluto al toro.

Es fundamental a nuestro propósito poder demostrar que la fiesta del toro evoluciona, y que día a día se toman precauciones para evitar dañar al animal que más amamos.

Todos estos datos técnicos se han obtenido con hierros de los emboladores Ximo y Xato de Puzol (Valencia) que realizaron el estudio minuciosamente.

horizontal rule

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)

horizontal rule