XIº COLEGIO DE LANCEROS DEL PATRONATO DEL TORO DE LA VEGA. (II)

Redacción

 

 

 

     A las 7,30 de la tarde, bajo la dirección de un impecable y exquisito Francisco Javier Martín de Río, soguero benaventano, el maestro Luis Capucha dictó su lección sobre tauromaquias populares y los modelos organizativos de las funciones taurinas dependiendo del tamaño de la villa o lugar que las celebra.
Las conclusiones fueron de gran interés, como por ejemplo que la celebración de las funciones taurinas constituye mecanismo primordial e imprescindible para dotar a un pueblo de cohesión, reforzando su naturaleza de grupo coherente. Para glosarlo citó el caso de las fregresías del Sabugal, donde pequeñas aldeas despobladas celebran sus touradas organizadas por los nietos de los que emigraron, pese a estar diseminados por toda Europa, de modo que la vida colectiva renace al calor de forcón y el toro.

     Otra conclusión fue la de asociar organizador con perfil de población, planteando que cuanto más “urbanita” es una población, mayor peso específico tiene el ayuntamiento en la organización, y cuando más acentuado es el perfil tradicional de esa población mayor peso específico tienen los vecinos agrupados en pandas, peñas, asociaciones etc … en la organización real de las funciones.
El maestro desglosó los modelos organizativos de Cuéllar, Tordesillas, Villafranca de Xira, Alcochete, El Sabugal y el particularísimo Barrancos.

 

     Barrancos, un pueblo perdido de Portugal, es el único sitio donde se estoquean los toros, lo que ha pedido una rebelión continua de los vecinos contra las amenazas, represión y multas de una autoridad tan lejana como acipayada. Tal resistencia ha sido posible porque el ayuntamiento de Barrancos encabezó la rebelión y removió conciencias primero, cosechó simpatías después y al fin consiguió una ley que le permitió llevar a cabo la tauromaquia que querían sus vecinos y no la que pretendían imponer unos entes lejanos, llenos de complejos, frustraciones y fracasos que incapaces de convivir con los hombres buscan en las bestias alivio a sus miserias.      Barrancos venció porque tuvo un ayuntamiento de hombres de honor que pusieron por delante la obligación de servir a sus vecinos, y tan honorable actitud hizo fracasar el intento de control cultural; caso opuesto al de Tordesillas, donde sucesivos ayuntamientos han preferido servir al partido político que los manda antes que a sus vecinos, y se ha impuesto el control cultural mediante la demonización de nuestras tradiciones subrayada con la exhibición de un aparato represivo delirante; curiosamente Barrancos ha prosperado mientras Tordesillas, no; más bien todo lo contrario.
Nadie apuesta por quienes ni siquiera han sabido defender su casa; nadie apuesta por el espíritu Juan Vicente Herrera.

La lección trató otras facetas de la tauromaquia popular, como su igualdad, si no superioridad sobre la decadente tauromaquia de montera; el desprecio secular que la Talanquera viene sufriendo atizado por quienes tratan de imponer un modelo cultural que exige castrar primero la identidad de los pueblos y la imperiosa necesidad de disfrutar una libertad de verdad.

     La segunda lección de la tarde correspondió al maestro Dany Alonso, torero popular de gran nivel y profundo conocedor tanto de la tauromaquia popular pura, como de los concursos de cortes, espacio en la frontera entre lo tradicional y la montera.
Comenzó su carrera a los 11 años cortando en Cantoblanco. Con 13 años, haciendo novillos, se escapa al Enmaromado de Benavente; es año nefasto, se sufren 26 heridos y descubre al miedo. No ha vuelto a Malgrad desde entonces: “ .. en ningún sitio he pasado tanto miedo ..”.
Con 14 salta un cercado salmantino y corta a un utrero arrancadizo.
Con 16 años aparece en el tremendo concurso de Castellón merced a la firma de su padre, le sueltan un bicharraco de más de 500 kilos, se pregunta “¿Qué hago y aquí?”, y como el toro arrancado no deja tiempo para filosofías, torea; tan a fondo que gana el concurso convirtiéndose en un referente; El discípulo de Víctor Holgado se había hecho maestro de golpe; pese a que aún faltaba mucho por aprehender, quedó convencido de poseer esa calidad que sólo tienen los grandes: La de prever qué va a hacer el toro.

     Y comenzó una carrera donde los éxitos se mezclaron con los golpes, como las tres cornadas profundas sufridas en Laguna “viendo tierra y cielo”, que no sintió hasta quedar frío; o la cornada moral de una niña profetisa, quien pronosticó que en el concurso de Castellón ”a Dany le va a coger un toro blanco”, precisamente cuando por gala entre amigos había afirmado que recibiría al toro a bocatoril sentado en una silla. Abierto el portón salió espantoso jabonero que en vez de arrancársele se le quedó mirando, parado por completo y amagando; 612 kilos de profecía que le helaron la sangre y el honor que le obligó a quedar quieto hasta ver quien podía más si la Parca vestida de jabonero o él.
Pudo él, porque al final del final se arrancó y fue cortado poniendo a la plaza en pie; la bestia frustrada le siguió hasta tablas y fracasada, trató incluso de morderle. Nada duele tanto a los demonios como el ser toreados.

     Un excelente Javier Martín buscó las facetas profundas del torero, quien ni se escondió ni respondió vaguedades o intrascendencias: “Me siento figura desde que me levanto de la cama”. Pura autoestima sin humildades de cartón, la primera condición que ha de tener quien se enfrente al toro en calles y campos es estar seguro de sí mismo, y ahí se empieza inducidos por alguna causa de peso; Alonso declaró: “ .. me refugié en los toros desde que murió mi madre ..”.
No es el único que machaca a la de la guadaña burlándola, como hemos visto algunos ejemplos en el Inmemorial Torneo. La muerte de la esposa, del hijo o de alguien muy cercano puede inducir a liberarse de ese dolor disolviéndole en la satisfacción que procura dominar y dar muerte al toro, puro símbolo del mal como bien sabe todo el que ha caído en su poder, pero caro es el precio del bálsamo: “ .. cada cornada te come un poco …”; y rondan los miedos elementales como expresión del instinto de conservación y los miedos profundos como resonancias de la información almacenada de lejanísimos tiempo.

     Alertas necesarias: “ .. si no tuviera miedo no saldría a un toro …”. La receta para vencerlos parcialmente es pura metafísica, pura mística del toreo tradicional y sello de identidad que le pone a años luz del toreo de montera: “ … algo me dice que debo estar ..”. Además es preciso tener delante a un enemigo serio, nada de toritos birrumberos de tranco mecánico y trayectoria rectilínea canguresca, sino bestias del Apocalipsis: “ .. me gusta un toro difícil, que no esté al alcance de cualquiera ..”.

      ¿Será ese “algo” el fundamento de la rebelión neolítica; es decir, del destronamiento del animal para ponerle un escalón por debajo del hombre?. Como sea Alonso no duda en manifestar esa rebeldía asegurando que hay demasiados concursos de cortes donde torean siempre los mismos, por cuatro perras en relación con el público que llevan a las plazas, y cierran el paso a los nuevos que pagarían por torear. Este exceso de cantidad ofertada también se extiende a las funciones taurinas de nueva instauración, como por ejemplo los toros de invierno que se corren estos días y que hacen del año un continuo.
Ya no existe el descanso taurino que comenzaba tras el Jubilo de Medinaceli y duraba hasta Ciudad Rodrigo, ahora todo el año hay tauromaquia tradicional, y eso pese a una legislación restrictiva fabricada por el enemigo, lo que demuestra su profundo arraigo en nuestra cultura tradicional y en nuestros pueblos y su naturaleza de seña de identidad.

      Terminadas las lecciones alumnos y maestros tuvieron cena de reconocimientos en el Mesón San Antolín, donde continuó el Colegio hasta pasada la medianoche, cuando se entregaron los certificados a los maestros que impartieron lección y el reconocimiento especial al profesor Luis Capucha.
Torero de los de una pieza; el profesor Capucha dio una conferencia a las 10 de la noche en Villafranca de Xira; cuando terminó cogió el coche y a Tordesillas. ¡Llegó a la del alba para acudir a la primera lección del Colegio!. Esa es la gente del Toro Vega y a esa gente premia el Patronato.

 

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)