Cayendo
la tarde de un 22 de marzo con aroma a incienso y cera, la
Federación Taurina de Valladolid presentó el “Anuario 2.017” en la
XXI la Gala Taurina de Castilla y León; publicación en papel donde
se recogen los sucesos taurinos principalmente de montera, tanto
autonómicos como exteriores.
Es de advertir que la publicación se distribuye gratuitamente, que
confeccionarla supone un importante trabajo y que su nivel literario
y gráfico es muy aceptable, aunque hay un pequeño detalle que exige
corrección para la próxima edición; en la contraportada, la Junta de
Castilla y León proclama:
“Por la Fiesta, arraigada en
sus ritos y tradiciones”
e
imprime la frasecita sobre la fotografía fundida donde aparece un
maletilla lorquiano semidesnudo y encima, la caballería del Toro de
la Vega refrescando a sus caballos en el Duero. ¿Por qué mezclan
churras con merinas?. ¿Qué tiene que ver nuestra Caballería con el
maletilla-aparición y con la Junta?; sólo la falta un par de
guardias civiles, otro par de pelujos antitaurinos, los Celtas
Cortos y la delegada del gobierno para estar todos los amigos
democráticamente sentados planificando el próximo quinquenio del
progreso. ¡Ya les vale la bobada!.
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La Gala fue presentada por Ana Pedrero, quien recalcó las líneas
doctrinales que una y otra vez pueden escucharse en charlas y
conferencias: La corrida es cultura, es riqueza, es patrimonio, es
fuente de conservación del territorio, de empleo … aunque me temo
era consciente de que la sucedía lo que a San Juan predicante en el
desierto, que sí, sí, pero que a la hora de la verdad casi nadie se
va a poner de frente. Pronto vendrán elecciones. ¿Nos recomendará la
Fundación del Toro de lidia a quién debemos votar la afición o
callará para "no meterse en política"?; sólo he visto mojarse
pidiendo voto concreto al Patronato del Toro de la Vega.
¿Y a la hora de perder la subvención y la palmadita oficial?; ahí
casi todos tiemblan, desde el ganadero a la asociación taurina,
porque la autoridad tiene un aura casi divina que influye sobre
quien pare cerca. ¡Es muy duro saberse a la intemperie!; por eso se
prefiere contemporizar y así, entre jipío y jipío la mina del
enemigo va llegando al cimiento de nuestros muros, mientras en vez
de zapar contramina bailamos con la murga gaditana de “los
Camellos”. Para muestra un botón; en el anuario 2.017 escribe un
artículo el alcalde de Valladolid Óscar Puente; el mismo responsable
primero de cerrar el museo taurino de la ciudad y de borrar de un
plumazo el titulo de Valladolid ciudad taurina, hasta de negar un
camioncillo de riego. ¿Cabe contradicción más gruesa?, pero así son
los tiempos, de travestida murga gaditana.
No quedó por Pedrero, quien al menos trató de insuflar fe, de sentir
orgullo por lo propio, y lo hizo sin miedos ni complejos.
Tras Pedrero intervino el presidente Justo Berrocal, quien centró su
discurso en la aportación castellana a la tauromaquia y recalcó la
necesidad de hacer llegar la tensión a los tendidos, de expulsar al
aburrimiento, causa capital en la decadencia de la montera y el auge
de la talanquera; estuvo muy solvente, incluso rompió una lanza por
el Inmemorial Torneo del Toro de la Vega y esas cosas se agradecen
en lo que valen.
Los premios “Pedro Iturralde” que otorga la Federación para
reconocer lo más relevante de la feria taurina de Ntra. Sra. de San
Lorenzo recayeron en el toro “Fanfarria”, ejemplar de Daniel
Ruiz indultado, lo que al decir del público hacía un siglo que no
sucedía en Valladolid. Ruiz agradeció el reconocimiento y describió
la actualidad del toro, destinado a la reproducción y del que se
esperan grandes resultados.
El premio a la mejor faena recayó en el Juli, quien envió embajador
a recogerlo como hizo en Rioseco. ¿Tan difícil es renunciar
discretamente al premio si no se tiene pensado asistir a la
entrega?. Un detalle, los cortadores llenaron el coso del Paseo
Zorrilla, el Juli, no; los cortadores se retrataron con todo chico
viviente de Valladolid, acuden donde se les llama y siempre dejan
ese sabor de lo próximo, de lo que nos cae cerca; la torería de
montera no, es muy difícil ver a los primeros espadas en charlas,
tomar un vino con la afición, saber a próximo … No saben maneras, y
eso también influye en la decadencia.