Lo que tienen de curioso las tiranías no es sólo el que
hagan leyezuelas a su capricho o al dictado del amo, sino
que quieren hacer creer al público que son buenas, útiles y
necesarias; tal han hecho hoy los procuradores en las cortes
de Castilla y León sancionando la prohibición del Torneo, lo
que no deja de ser un brindis al sol aparte de un ataque en
regla a nuestro patrimonio inmaterial.
Estado Islámico ha dinamitado el templo de Baal en Palmira y
les está esperando un tribunal; los procuradores que a nadie
cabal representan han dinamitado el Toro de la Vega,
patrimonio inmaterial de primera categoría, cuestión de
tiempo ….
Por otra parte, el caso ha demostrado la ineludible
necesidad de un partido político que aglutine a todos
aquellos que ni somos ni queremos ser urbanitas y puesto que
cazadores, pescadores, ganaderos y la gente del campo y de
los pueblos anda en parecidos problemas, se hace necesario
crear ese partido ya, y en su programa deberá llevar además
de la restauración del Toro Vega y la exigencia judicial de
daños a los causantes de la prohibición, el juramento de que
no se aliará jamás con ninguno de los partidos urbanitas que
han dado hoy una lección de vileza.
Los
decretos-leyes opresivos no matan a los pueblos: Los
engordan. La función ha comenzado.
Se
comunicará a los torneantes, lanceros y aficionados qué
haremos en las próximas elecciones para que si lo tiene a
bien obren en consecuencia, utilizando el voto todos de la
misma manera.
¡Viva
el Toro de la Vega!. ¡Vivan las tradiciones de Castilla!.