Hoy, día primero de
Junio, hemos vuelto a levantarnos levantiscos, valga la
redundancia. No por el hecho de rebelarnos contra nada, ni
contra nadie, que también, sino porque no nos parece de
recibo que quienes van por ahí presumiendo de demócratas, de
defender nuestro patrimonio cultural e histórico, nuestra
identidad española y nacional, nuestra unidad como pueblo,
nuestros derechos, nuestra libertad, se empeñen en causarnos
daño mientras intentan convencernos de que lo hacen por
nuestro bien.
Mire usted, señor Maillo, si yo fuese una persona
maleducada, grosera, me conformaría con mandarle,
sencillamente, a la mierda, y me quedaría tan tranquilo. Sin
embargo, no me considero ninguna de ellas, antes al
contrario, por lo que le contestaré cuatro cositas, ahora
que usted se halla, como sus amigotes de partido y otros de
la oposición, en campaña electoral: Lo primero que no puedo
explicarme es cómo usted, que, a simple vista, aparenta ser
persona inteligente y respetuosa, es secretario de
organización del PP. Hoy he descubierto que es sólo a simple
vista.
Sí. Porque, alguien como usted no puede ir presumiendo ante
los medios de comunicación de ser
“…comprensivo
con los sentimientos de los vecinos de Tordesillas tras
la promulgación del decreto de la Junta de CyL…”
Sobre todo, porque, hasta este momento, no ha hecho
absolutamente nada para comprenderlos. Sólo se dedica a
“salir en la foto” mientras los vecinos de Tordesillas se
sienten traicionados sin que nadie, excepto algunos con
cierta talla de intelectualidad, como nuestro querido Juan
Manuel de Prada, se muestran abiertamente opuestos a una
decisión tan arbitraria. Él sí que es un tío como Dios
manda.
Por ello me gustaría aprovechar la brevedad de estos
humildes renglones para, en nombre de todos los
tordesillanos y en el mío propio, invitarle a que nos
visite, siempre que quiera, aquí le recibiremos siempre con
los brazos abiertos, algo de lo que ustedes no podrán
presumir nunca.
En segundo lugar, usted debería saber que las costumbres y
tradiciones, para que continúen siéndolo, deben mantenerse
dentro de su más estricta pureza. Son, al contrario que las
razas, incruzables –por utilizar un término más o menos
acorde con el momento que nos ocupa–, si las paniaguamos,
como ustedes han hecho con tantas cosas en este querido país
nuestro, se convertirán en algo que nadie sabría qué son en
realidad. Y usted/ustedes, todos, los de un lado y los de
otro, lo que pretenden es que la Inmemorial Lidia del Toro
de la Vega se convierta en un toro corrido, con todos los
respetos para este tipo de eventos taurinos.
Añadiré que, una secular tradición como es la Lidia del Toro
de la Vega, naturalmente que es un “…tema muy complejo…”;
tanto, que ustedes han decidido dejarlo de lado y agarrarse
a lo fácil, que es el DECRETAZO. Así es como ustedes han
decidido gobernar en Castilla-León, pasándose por la
entrepierna todo el rigor de nuestra Carta Magna, en la que
se reconocen claramente los derechos y libertades de todos
los españoles. Hoy, han conculcado los nuestros. Mañana,
¿cuáles serán, señor Maillo? Usted, señor Maillo, no
defiende nada: ni el Toro Enmaromado de Benavente, ni el
Toro de la Vega de Tordesillas,… Únicamente defiende su
poltrona, sus privilegios, acoplándose como mejor le
convenga, a un lado u otro de la tapia, según de dónde sople
el huracán. ¿Y encima pretende hacernos creer que lo hacen
para que la tradición permanezca…? ¡Mire, que llamo a ese
grosero al que me refería al principio de mi artículo y le
digo que le mande a aquel sitio! Ah, y le recuerdo que, no
son festejos populares, como usted ha manifestado a la
prensa; son TRADICIONES, que se celebran, gracias a las
personas que supieron conservarlas y mantenerlas contra
viento y marea, como actos festivos, porque se regocijaron
generación tras generación de seguir haciéndolas suyas.
Justo al contrario de ustedes.
Por lo que se refiere a las manifestaciones del consejero de
Presidencia, José Antonio de Santiago Juárez, debo decir, si
se me permite el beneficio de la duda, que, siempre que un
político desmiente algo da la casualidad de que es como si
estuviese afirmando lo contrario de lo que está sucediendo
en la realidad. Es una impresión que siempre tuve y de la
que no pienso apearme ahora, después de tantos desengaños.
Recordemos que, durante muchos años los gobiernos intentaron
hacernos creer que no se estaba negociando con ETA, y no era
verdad. Igualmente, intentaron convencernos de que tampoco
se negociaba con los secuestradores, y no era vedad.
En relación con esto último, podríamos comentar algo muy
próximo en el tiempo, pero no lo haré, por considerarlo
inoportuno. También se nos intentó convencer de que no se
estaba negociando con Cataluña, y con tantas y tantas cosas,
y no era verdad. Y de que todos éramos iguales ante la Ley,
y no era verdad. La realidad, finalmente, vino a desvelarla,
como no podía ser de otro modo. Y es que, señor Maillo,
señor Juárez, ustedes ya no engañan a nadie; sólo nos
defraudan una y otra vez, porque es lo que mejor saben
hacer. Ahora, por favor, les rogamos encarecidamente que no
insistan más en aquello de ”...fue una decisión muy
dialogada…”, o en lo de para dar respuesta a “…la
sensibilidad del siglo XXI…”.
Eso no es sino una mentira más, y asquerosa. Una mentira, y
gorda, como diría un niño. Y, devuélvannos lo que es
nuestro, lo que por derecho propio nos pertenece. Después,
si tienen un mínimo de vergüenza torera, váyanse, a ese
sitio o a donde les dé la gana; pero a donde no nos
molesten.
Por último, recordando aquello que alguno de ustedes ha
comentado también a los medios de que “…si no se respeta
la ley habrá consecuencias…”. No le quepa la menor duda,
las habrá. No sabemos si para ustedes o para nosotros, los
humildes tordesillanos que siempre fuimos absolutamente
respetuosos para con ella. Pero, si se decidieran a
aplicarla, háganlo con todo rigor y justeza. Entre otras
cosas porque, durante mucho tiempo hemos visto con nuestros
propios ojos cómo eran pisoteados nuestra bandera y el buen
nombre de algunas de nuestras más sagradas instituciones,
entre ellas, la propia Corona, e incluso la propia
Constitución.
Y, ¿qué hicieron ustedes, los políticos? Meter el rabo entre
las patas y recular, siempre recular. Esperamos que a
nosotros se nos aplique la misma vara de medir. De lo
contrario, ¿de qué Justicia podríamos estar hablando en
nuestro país, en España? Ustedes, ya sabemos que tienen
varias, sobre todo para resolver los entuertos del Estado,
que son muchos y complejos, es cierto. Sin embargo, ya va
siendo hora de que dejemos de ser, todos, aquello que menos
nos honra.
No sé
si me entienden. Nosotros, por nuestra parte, seguiremos
siendo, como el Duero, ese río que no cesa, hasta que
nuestros derechos sean restituidos y respetados.
¡¡¡
VIVA TORDESILLAS!!! ¡¡¡VIVA EL TORO DE LA VEGA!!!
P.D.:
por cierto, señor Maillo, también su apellido debería
evolucionar, tal y como usted se empeña en manifestar en los
medios cada vez que alude a nuestro Toro de la Vega. Maillo,
no es, según el Diccionario de la Real Academia Española,
sino un manzano silvestre, en nada parecido a aquellos que
dan fruto abundante y de calidad.