EL RÍO QUE NO CESARÁ….

 

J. Antonio Garañeda.

 


  

      Hoy, día primero de Junio, hemos vuelto a levantarnos levantiscos, valga la redundancia. No por el hecho de rebelarnos contra nada, ni contra nadie, que también, sino porque no nos parece de recibo que quienes van por ahí presumiendo de demócratas, de defender nuestro patrimonio cultural e histórico, nuestra identidad española y nacional, nuestra unidad como pueblo, nuestros derechos, nuestra libertad, se empeñen en causarnos daño mientras intentan convencernos de que lo hacen por nuestro bien.

    Mire usted, señor Maillo, si yo fuese una persona maleducada, grosera, me conformaría con mandarle, sencillamente, a la mierda, y me quedaría tan tranquilo. Sin embargo, no me considero ninguna de ellas, antes al contrario, por lo que le contestaré cuatro cositas, ahora que usted se halla, como sus amigotes de partido y otros de la oposición, en campaña electoral: Lo primero que no puedo explicarme es cómo usted, que, a simple vista, aparenta ser persona inteligente y respetuosa, es secretario de organización del PP. Hoy he descubierto que es sólo a simple vista.

      Sí. Porque, alguien como usted no puede ir presumiendo ante los medios de comunicación de ser

 “…comprensivo con los sentimientos de los vecinos de Tordesillas tras la promulgación del decreto de la Junta de CyL…”

      Sobre todo, porque, hasta este momento, no ha hecho absolutamente nada para comprenderlos. Sólo se dedica a “salir en la foto” mientras los vecinos de Tordesillas se sienten traicionados sin que nadie, excepto algunos con cierta talla de intelectualidad, como nuestro querido Juan Manuel de Prada, se muestran abiertamente opuestos a una decisión tan arbitraria. Él sí que es un tío como Dios manda.

     Por ello me gustaría aprovechar la brevedad de estos humildes renglones para, en nombre de todos los tordesillanos y en el mío propio, invitarle a que nos visite, siempre que quiera, aquí le recibiremos siempre con los brazos abiertos, algo de lo que ustedes no podrán presumir nunca.
En segundo lugar, usted debería saber que las costumbres y tradiciones, para que continúen siéndolo, deben mantenerse dentro de su más estricta pureza. Son, al contrario que las razas, incruzables –por utilizar un término más o menos acorde con el momento que nos ocupa–, si las paniaguamos, como ustedes han hecho con tantas cosas en este querido país nuestro, se convertirán en algo que nadie sabría qué son en realidad. Y usted/ustedes, todos, los de un lado y los de otro, lo que pretenden es que la Inmemorial Lidia del Toro de la Vega se convierta en un toro corrido, con todos los respetos para este tipo de eventos taurinos.

     Añadiré que, una secular tradición como es la Lidia del Toro de la Vega, naturalmente que es un “…tema muy complejo…”; tanto, que ustedes han decidido dejarlo de lado y agarrarse a lo fácil, que es el DECRETAZO. Así es como ustedes han decidido gobernar en Castilla-León, pasándose por la entrepierna todo el rigor de nuestra Carta Magna, en la que se reconocen claramente los derechos y libertades de todos los españoles. Hoy, han conculcado los nuestros. Mañana, ¿cuáles serán, señor Maillo? Usted, señor Maillo, no defiende nada: ni el Toro Enmaromado de Benavente, ni el Toro de la Vega de Tordesillas,… Únicamente defiende su poltrona, sus privilegios, acoplándose como mejor le convenga, a un lado u otro de la tapia, según de dónde sople el huracán. ¿Y encima pretende hacernos creer que lo hacen para que la tradición permanezca…? ¡Mire, que llamo a ese grosero al que me refería al principio de mi artículo y le digo que le mande a aquel sitio! Ah, y le recuerdo que, no son festejos populares, como usted ha manifestado a la prensa; son TRADICIONES, que se celebran, gracias a las personas que supieron conservarlas y mantenerlas contra viento y marea, como actos festivos, porque se regocijaron generación tras generación de seguir haciéndolas suyas. Justo al contrario de ustedes.

     Por lo que se refiere a las manifestaciones del consejero de Presidencia, José Antonio de Santiago Juárez, debo decir, si se me permite el beneficio de la duda, que, siempre que un político desmiente algo da la casualidad de que es como si estuviese afirmando lo contrario de lo que está sucediendo en la realidad. Es una impresión que siempre tuve y de la que no pienso apearme ahora, después de tantos desengaños. Recordemos que, durante muchos años los gobiernos intentaron hacernos creer que no se estaba negociando con ETA, y no era verdad. Igualmente, intentaron convencernos de que tampoco se negociaba con los secuestradores, y no era vedad.
En relación con esto último, podríamos comentar algo muy próximo en el tiempo, pero no lo haré, por considerarlo inoportuno. También se nos intentó convencer de que no se estaba negociando con Cataluña, y con tantas y tantas cosas, y no era verdad. Y de que todos éramos iguales ante la Ley, y no era verdad. La realidad, finalmente, vino a desvelarla, como no podía ser de otro modo. Y es que, señor Maillo, señor Juárez, ustedes ya no engañan a nadie; sólo nos defraudan una y otra vez, porque es lo que mejor saben hacer. Ahora, por favor, les rogamos encarecidamente que no insistan más en aquello de ”...fue una decisión muy dialogada…”, o en lo de para dar respuesta a “…la sensibilidad del siglo XXI…”.

     Eso no es sino una mentira más, y asquerosa. Una mentira, y gorda, como diría un niño. Y, devuélvannos lo que es nuestro, lo que por derecho propio nos pertenece. Después, si tienen un mínimo de vergüenza torera, váyanse, a ese sitio o a donde les dé la gana; pero a donde no nos molesten.
Por último, recordando aquello que alguno de ustedes ha comentado también a los medios de que “…si no se respeta la ley habrá consecuencias…”. No le quepa la menor duda, las habrá. No sabemos si para ustedes o para nosotros, los humildes tordesillanos que siempre fuimos absolutamente respetuosos para con ella. Pero, si se decidieran a aplicarla, háganlo con todo rigor y justeza. Entre otras cosas porque, durante mucho tiempo hemos visto con nuestros propios ojos cómo eran pisoteados nuestra bandera y el buen nombre de algunas de nuestras más sagradas instituciones, entre ellas, la propia Corona, e incluso la propia Constitución.

     Y, ¿qué hicieron ustedes, los políticos? Meter el rabo entre las patas y recular, siempre recular. Esperamos que a nosotros se nos aplique la misma vara de medir. De lo contrario, ¿de qué Justicia podríamos estar hablando en nuestro país, en España? Ustedes, ya sabemos que tienen varias, sobre todo para resolver los entuertos del Estado, que son muchos y complejos, es cierto. Sin embargo, ya va siendo hora de que dejemos de ser, todos, aquello que menos nos honra.

No sé si me entienden. Nosotros, por nuestra parte, seguiremos siendo, como el Duero, ese río que no cesa, hasta que nuestros derechos sean restituidos y respetados.

 ¡¡¡ VIVA TORDESILLAS!!! ¡¡¡VIVA EL TORO DE LA VEGA!!!

P.D.: por cierto, señor Maillo, también su apellido debería evolucionar, tal y como usted se empeña en manifestar en los medios cada vez que alude a nuestro Toro de la Vega. Maillo, no es, según el Diccionario de la Real Academia Española, sino un manzano silvestre, en nada parecido a aquellos que dan fruto abundante y de calidad.

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)