HAN PERDIDO LA VERGÜENZA: !VIVA EL TORO DE LA VEGA!.

J. Ramón Muelas.

 


     Casi se me atraganta el torrezno cuando a la hora de comer me llaman deprisa y corriendo, acudo y veo en el parte de las tres al consejero de la presidencia José Antonio de Santiago Juárez mirar fijamente por encima de las gafas y asegurar que prohíbe alancear el Toro Vega … ¡porque quiere defenderle!; vamos, que pone al día las antiguas tradiciones de Castilla conforme imponen los separatistas catalanes y la extrema izquierda nacional: prohibiéndolas.

     Busco el decreto-ley prohibidor; no ha desplegado en pantalla cuando barre el ordenador un tufo a cobardía moral, a miedo rancio, a pedidor de perdones, que quitan las ganas de iniciar lectura. ¡Qué mal comienzo!. Solón, los Siete Sabios de Grecia y el concejal de Villavieja palidecerían de envidia leyendo el decreto prohibidor, gloria de la legislación hispana. Es tan barullas que hasta el título engaña:

“Decreto ley por el que se prohíbe la muerte de las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales en Castilla y León”

El único “espectáculo” en que muere las res de lidia es el Toro de la Vega. ¿Por qué no lo dicen claramente: Prohibición del Toro de la Vega?.

     La exposición de motivos tampoco tiene desperdicio y demuestra un extraordinario desconocimiento de la historia de la tauromaquia; decir que la tauromaquia popular “... ha avanzado históricamente de forma armónica con los usos, costumbres y sensibilidad de la sociedad en la que se celebra ...” es ignorar la persecución obsesiva que desde 1.756 venimos sufriendo por todos los tiramos que en España han sido; y decir que ”... la normativa jurídica ha adaptado su contenido a la realidad social de cada momento ...” es mentir con el mayor descaro; la normativa jurídica desde el tiempo de los ilustrados ha sido es y será la del palo al paleto y tente tieso.

     La historia no engaña; a efectos prácticos, si exceptuamos el periodo 1.939-1.962 y el periodo 1.970-1.986, durante el resto del tiempo la “normativa jurídica” se ha limitado -poco más o menos- al transigir maldiciendo o al “de orden de la autoridad se prohíbe bajar al ruedo”.

    Teniendo ya un cimiento pardo-histórico el siguiente paso es elemental:

...el ordenamiento jurídico no puede ser ajeno a la realidad y a la ética social de cada momento histórico. Consecuentemente, en la actualidad, es imprescindible acomodar a las exigencias de la sociedad actual algunos aspectos de estos espectáculos ..”.

 ¿Qué sociedad exige?. ¿La de Medina del Campo, Valladolid, Toro, Tordesillas …?. No, el acomodo viene exigido por las clases políticas dirigentes urbanas, desde Sánchez hasta Iglesias, desde la presidentA andaluza a la madrileña, todos los que pretenden ser alguien plantean una moral acaramelada en la que el Toro Vega es puro sadismo que escandaliza, pero cualquier película de balazos en la televisión a las horas punta es kultura. La moral del cobardica, del ser machote cuando el enemigo no tira. A esa sociedad sirven los políticos castellanos de la Junta. ¡Ya podían haberlo dicho antes de las elecciones!.

      Eso no, muy astutos, callaron; y es que todo tiene sus tiempos. Pero se les ve la oreja aunque no quieren enseñarla; es forzoso legislar, pues

“… los espectáculos se encuentran confrontados con la voluntad y sensibilidad de una sociedad que se manifiesta … incluidas las manifestaciones públicas durante la celebración de algunos festejos para insistir en la necesidad de la dignificación de la vida …”.

     Pongámoslo en claro. El Martes de la Peña acuden a Tordesillas cosa de 200 antisistema financiados por las multinacionales animalistas y los separatistas con dos objetivos: Putear al PP, putear a “lo español” y lavar la afrenta de que un pequeño pueblo como Tordesillas resista a los ejércitos verdi-rojos de Escipión, cosa que les enciende; van apoyados por el doble de guardias civiles pero aún así no es posible evitar que algún patriota se exceda, y los guardias no pueden asegurar la seguridad de los antisistema. ¿Qué hacer?: Prohibir el Torneo. ¡La Junta es genial, como los hermanos Marx!.

     El legislador, metido en gasto, le da luego al bolígrafo y delira cuando afirma que la nueva regulación a demás de dar respuesta a las “exigencias sociales”… ¡velará por el mantenimiento y protección de la raza bovina de lidia!. Traca final: “y de los propios festejos”. ¿Qué tendrá que ver prohibir el Toro Vega con el mantenimiento de la raza bovina de lidia?; además, mantendrá el orden público (¡qué imaginación!).

     La prohibición urge porque comienza la campaña taurina y vienen elecciones, de modo que una prohibición firme traerá más votos al saco del Partido Popular … bueno, eso creen; yo no sólo tengo mis dudas, es que conozco puñados de votantes que se lo van a hacer pagar primero en votos; luego, ya veremos. ¿Quién vota a un individuo capaz de escribir esta joya de decreto-ley?. ¿Quién vota a quien se declara impotente ante una algarada de 200 individuos?. ¿Quién vota al que está pendiente de lo que dirán unos señores de Madrid y los de los pueblos que se vayan a la mierda?. ¿Quién vota a quien sólo quiere el voto?. ¿Y el honor?. La gente del PP no es tonta.

     Otro mérito y no pequeño del decreto-ley (o de la copia publicada por le Norte de Castilla) es que tiene la potestad de moverse en el tiempo; tal vez posea sensibilidad mecanocuántica o haya descubierto la Junta en el Tecnológico de Boecillo un deslocalizador para avanzar y retroceder en el tiempo; como sea, hoy 19 de mayo se divulga el decreto “previa deliberación del Consejo de Gobierno en su reunión del día 20 de mayo de 2.016”; ... se van a reunir mañana pero el decreto sale hoy, pese a no publicarse en papel. ¡Vaya deliberación de los cojones!.

      Ya en la parte dogmática todo se resume a lo dicho al principio: Se prohíbe alancear el Toro Vega, aunque en el mágico decreto no se le miente; y además, espabílese el ayuntamiento de Tordesillas porque si no cambia las “bases reguladoras” y las adapta al decreto, la consejería competente en las "actividades recreativas" no autorizará la suelta de un toro.

      Y aquí estamos como siempre, antaño en el punto de mira de un máuser y hogaño en el de Antena 3 o similar. ¿Tiene aliados Numancia?. Lo veremos en los próximos días y a lo largo de los próximos años, porque la cosa puede ir para largo, para muy largo; ahora vendrá la batalla legal, la acción en la calle y las tensiones de siempre.
 Para andar el camino también vale la receta de siempre, lo que nos dijeron nuestros padres eso diremos a nuestros hijos: La heroica del sagrado Martes de la Peña, la fuerza de la tradición, la gala de Castilla, El Inmemorial Torneo del Toro Vega de siempre no será posible hasta que volvamos a ser libres, porque los vasallos no pueden celebrar ceremonias de señores, y ser señores implica gozar de libertad, lo que hoy no es el caso: Gánala.

 

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)