CLUB TAURINO LA FLECHA: XIV ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS.

J. Ramón Muelas García.

foto. Ana Bartolomé


       El Club Taurino la Flecha cerró año el sábado 11 entregando los reconocimientos anuales a las figuras más destacadas de la tauromaquia vallisoletana, que este año han sido el torero Leandro Marcos, el presidente del patronato del Toro de la Vega Gerardo Abril y el ganadero Mauricio Gamazo, quienes junto al alcalde de Arroyo José Manuel Barrio Marco y el presidente de la Federación Taurina de Valladolid Justo Berrocal, formaron la mesa.

     Tras la inauguración a cargo de la concejala de cultura Isabel Mansilla, intervino Jesús López Garañeda, moderador de la mesa, quien propuso la necesaria unidad entre las tauromaquias de montera y talanquera y la manifestación exterior del orgullo de ser taurinos.
Pasó revista a la campaña de acoso y derribo sufrida por Tordesillas y el Inmemorial Torneo en la que ha cabido desde la amenaza hasta el boicot a las empresas tordesillanas. En tal campaña han participado desde políticos urbanitas de todo color, hasta el grueso de la prensa urbanita, también de todo color; aunque sin ningún éxito, pues sólo ha servido para unir más a los miles de torneantes. Ahora que llegan elecciones, es el momento de no votar ni al político antitaurino.

     Leandro Marcos, 15 años de matador, hoy retirado, fue preguntado: ¿Por qué te marchaste, Leandro?. A lo que respondió: porque mis principios hoy no están vigentes en el negocio de la corrida de toros; habría convenido declarar esos principios y los mecanismos del negocio que fuerzan la incompatibilidad; pero el torero, no quiso entrar en mayores precisiones, simplemente se encontraba vacío y se fue de las plazas, pero sigue toreando en el campo.
Respecto a la actualidad de la tauromaquia exigió la libertad de poder ir donde a uno le dé la gana; por ejemplo a los toros y pidió la unidad de estamentos taurinos.

      Mauricio Gamazo, representante de la ganadería Raso Portillo comentó la situación actual de la ganadería brava, significando que ha sido quien ha pagado la crisis. Los bichos del Raso se corren en Francia y en la tauromaquia popular, pues sus cualidades son óptimas tanto para quien guste de los tres tercios de la lidia como para quien busque un toro recio, encastado, listo, fuerte y de cuidado, pero óptimo para el toreo de capa o de cuerpo si previamente se le domina; como dominar exige técnica y la técnica pide haber hecho más pueblos que tentaderos, lo que no es el caso de la mayoría de novillero y toreros, la demanda por parte de la montera es escasa y así es muy difícil ver una corrida con cinqueños del Raso: otro mundo.

    Gerardo Abril, presidente del Patronato, a la pregunta de cómo está el Toro Vega, respondió que las circunstancias actuales son distintas a las antiguas. Inexplicablemente, se ha politizado la tauromaquia, de modo que el antitaurino dispone de dinero y adopta tácticas violentas propias del terrorismo, lo que unido a la colaboración de algunos medios de comunicación y a una legislación interpretada sui generis, configuran un escenario en apariencia insuperable, pero que se superará fácilmente en cuanto se consiga una unidad operativa de las asociaciones taurinas populares, lo que está en curso.
 Puntualizó el comportamiento de esos medios de comunicación sectarios trayendo a colación dos actitudes; la del gran Chema Alonso radiando el Torneo en plena Vega, sufriendo los miedos, y la del muchacho que viene todos los años, lleva a la redacción una realidad diferente a la dictada por la dirección (pese a no pisar el palenque), manipulan esa información y publican lo que conviene a la ideología del medio. Da igual lo que cuentes, incluso lo que vean, contarán lo que conviene a su ideología, que para eso existen y para eso se les paga.

    José Manuel Barrio, alcalde de la villa de Arroyo, dejó muy clara la afición suya y de su ayuntamiento; incluso contó sus andanzas toreras cuando a los trece años se fajó con una señora vaca tributando dos semanas de hospital; también expuso su asombro ante la actitud de los medios de comunicación públicos, que ignoran por completo a la tauromaquia mientras dedican horas a otras cuestiones que mueven menos gente.
 Uno de sus objetivos es potenciar la muy buena plaza de la villa, estando prevista para finales de marzo una función de montera de la que se espera tan buen resultado como el obtenido de la celebrada este año; lo ideal sería celebrarla en las fiestas, pero por esas fechas discurre lo más álgido de la temporada y los precios de los toreros son demasiado elevados.

     Justo Berrocal aseguró que si bien hay unidad entre los aficionados, como demostró la gran manifestación del Paseo Zorrilla, falta cultura taurina en algunos; esa falta de cultura explica por qué censuran al Toro Vega determinados aficionados honrados y no afectados por el síndrome de Estocolmo: Ignoran los orígenes y fundamentos de la tauromaquia. Esa ignorancia se cura con el estudio y con la práctica; basta acudir al Torneo para cambiar la opinión sobre él.
Relató las andanzas del Bolsín de la Federación Taurina de Valladolid, ahora llamado por prescripción legal “certamen de tentaderos”, sugiriendo al alcalde de la villa y al resto de alcaldes la posibilidad de organizar tentaderos en sus plazas; dado que el coste sería únicamente el precio de las chotas a torear -cosa de 2.000 euros- la operación parece muy factible, a lo que respondió el alcalde que estudiarían el caso.

     El acto terminó con la proyección de un video sobre el Toro de la Vega, la lectura de unos versos del poeta Atilano Ingelmo, la entrega de placas de reconocimiento y la larga charla entorno a un vaso de vino donde los aficionados se conocen mejor. En los corrillos el tema fue la Federación Taurina Popular, la urgencia de su entrada en escena y la claridad de ideas que precisará tener para poner las cosas a punto de arte.

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)