AÑO NUEVO TORERO, VIDA NUEVA TORERA.
J. Ramón Muelas. |
Lo
que es la costumbre: Llega fin de año y hay que hacer balance para
cerrar libros cuyo único interés real consiste en almacenar
lecciones aprendidas; aprendidas … si andamos listos; si no,
volveremos a equivocarnos y pagar el correspondiente precio. Ignoro lo que acordaron –si acordaron algo- como ignoro si tuvieron en cuenta las profundas diferencias de las tauromaquias de montera/popular francesa con las nuestras, e incluso la diferente praxis del marco legal y jurídico en ambos territorios. En Francia no hay toros municipales generalizados por las calles; populares y monterados van íntimamente unidos; el mango de la sartén le tienen los aficionados; la fuerza pública no se dedica a proteger a quienes tratan de reventar una función; los jueces suelen mirar más al espíritu de la ley que a la portada de “le Monde” o “Liberation”; la “libertad de expresión” no es una muñeca hinchable; el aficionado medio conoce desde los encastes a las tauromaquias de Hillo y Paquiro ... en fin, que la misma materia se plantea en dos escenarios razonablemente diferentes. Como fuera, al menos los que viven de la montera han dado un primer paso realista y eso es bueno. La talanquera -somos poco amigos de escribir- no expone nada; como siempre, parece no existir, aunque los de Siete Iglesias, los de Viana, los de Ciudad Rodrigo, los portugueses del Sabugal etc… ya andan zascandileando ganaderías, cociendo arropes de San Sebastián; amasando rosquillas de San Blas cuya virtud es tanta, que si te comes una, por más Ducados que fumes no pillas ni un mal catarro; cosiendo riquísimos y tradicionales disfraces de moro millonario, ensamblando forçones con álamos blancos …. Vamos, que idos los Reyes Magos vuelven los toros a las calles. ¿No es para ser optimista?. Y sin embargo flotan en el ambiente negras sombras tenoriescas amenazando arropes, rosquillas, disfraces y todo lo que huela a antiguo, basta repasar la prensa de este verano/otoño para mosquearse con las declaraciones de individuos e individuas que mañana pueden tener en su mano el famoso mango de la sartén; y una vez mosqueados, adoptar una de estas dos posturas:
La postura A) cuadra poco con nuestro carácter; la B) trae conclusión inmediata: reflexionar sobre las lecciones que nos enseñó el pasado 2.014 para obrar cuerdamente. Expongo algunas de las que nos afectan a los atalancados. Lección 1ª: Es necesario seguir o por mejor decir, comenzar el estudio global, detallado y riguroso de la tauromaquia popular o tradicional, como queramos llamarla. Este objetivo estratégico se planteó en el Concejo Abierto del Patronato 2.012 y ha comenzado a tomar forma en el Iº Congreso Internacional celebrado el pasado Septiembre en Tordesillas, cuya principal conclusión fue descubrir la tremebunda ignorancia que tenemos en la materia. A este siguió el celebrado en Cáceres por el Colegio de Veterinarios de Cáceres y la Consejería de Hacienda de Extremadura, donde las maratonianas sesiones sirvieron para ir perfilando el territorio a estudio.
Lección 2ª: Es necesario un cambio radical en la legislación tocante
a la tauromaquia popular, no tanto en su forma como en su fondo. ¿No se nos cae la cara de vergüenza cuando –por ejemplo- el RETP de Castilla y León considera principio general a garantizar la “ausencia de maltrato a las reses de lidia” o la “dignificación del espectáculo taurino”?. Más hecho para las bestias que para los hombres, exige revisión conceptual que le devuelva al rumbo correcto: Ordenar este rasgo cultural conforme a la voluntad de sus usuarios. Lección 3ª: Es necesaria una coordinación entre los ayuntamientos cuyos vecinos celebran funciones populares al objeto de unificar criterios, centralizar compras, compartir recursos etc… independientemente del partido político que gobierne esos ayuntamientos. Dígase lo mismo respecto a las asociaciones taurinas populares... lo que parece metafísicamente irrealizable. Poseemos inmenso potencial totalmente disperso, eso procura por una parte la gran ventaja de ser imposible de controlar (incluso de prever su reacción), a mayores de gran adaptabilidad; y por otra, procura el grave inconveniente de impedir obrar con oportunidad y sinergizar capacidades.
Cierto que cuando necesidad obliga lo metafísico se baja del
pedestal y toma forma como tomó este año con los casos de Medinaceli
y Tordesillas: Vilipendiados, despreciados, atacados, insultados y
ofendidos desde todas las esferas; impensablemente, la gallina dijo
no y por lo menos sembró la duda. Resulta que los villanos se
atrevían a desafiar a las grandes direcciones políticas, a los
dioses de la comunicación, a Judí la de Vallekas ...
Lección 4ª: La más importante. Estamos entrando o tal vez ya estemos
dentro de una actitud vital nueva. En nuestros territorios hemos
superado la fase de considerar la tauromaquia popular como
aberración de paletos para considerarla como lo que siempre ha sido:
Un rasgo cultural; cultural en sentido orteguiano; es decir,
cimental, estructural, configuracional, con categoría de constante
histórica.
Ejemplo: Nos emociona ver acercarse al encierro de Cuéllar entre
polvaredas irreales; esa emoción es un bien inmaterial que nos
procura gran satisfacción; tanta, que cualquier cuellarano perdido
en el mundo, utilizaría el encierro para identificarse. He ahí una
verdadera seña de identidad, sea BIC o no lo sea; sea patrimonio
cultural o no. Nos sucede lo mismo que cuando antaño resolvíamos sistemas de ecuaciones por el método de Gauss y tras hallar la matriz escalonada, llegaba el momento de entrar a matar, lo que eufemísticamente llamaba el maestro “discutir el sistema”. Ahí podías topar con tres casos:
Pues bien, hasta ahora, el sistema era teóricamente compatible e indeterminado y prácticamente compatible determinado, purísima contradicción imposible de mantener porque la medida experimental mostraba la incompatibilidad del sistema, pero que se mantenía con el viejo truco del doctor Goebbels: Repetir la melonada el número de veces suficiente para llegar al público, que acaba creyéndolo. Ejemplo: Declaración Universal de los Derechos del Animal. Naciones Unidas. 1976:.art. 1º: “Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia”. La melonada de Naciones Unidas es dogma en las culturas urbanas, donde sólo hay mascotas; en la Naturaleza real no, ahí manda Darwin, gana el que mejor se adapta, todos son diferentes, lo del “derecho” es música celestial y lo de la “igualdad” ni siquiera música. Vaya usted con este cuento a Castronuño y pregunte a las chotas de Mayoral cuando carrizales abajo ventean lobo. Diga a las añojas o a los lobos que tienen “derechos” y son “iguales ante la vida” ... pero queda tan bonito!. Luego no procede gastar más tiempo, desvelo y bolígrafo: Incompatible sin solución. Conclusión que hace brotar la nueva actitud vital. Nos “gusta” el encierro de Cuéllar y da exactamente igual lo que digan por ahí; incluso cada vez es más común pensar que al que no le gusta el encierro de Cuéllar … es un degenerado; precisamente el degenerado que incompatibiliza al sistema y no es de recibo admitir tan decadente ecuación en nuestro sistema, si queremos resolverlo. Otro ejemplo. El Miércoles de la Peña en la Plaza Mayor de Tordesillas, una periodista paradigmática de la Sexta trataba de entrevistar a alguno de los trescientos parroquianos que tomábamos el vermú tras la parva. La rebelión de los paletos del Toro Vega ha interesado –y preocupado- mucho a los padres urbanitas del progreso y a sus devotos hijos. Revoloteaba con el cámara a retaguardia como los fínifes cuando subes el puente en los atardeceres de agosto.
Nadie quiso hablar. El tiempo de la manipulación ya ha pasado. Por momentos se palpaba la ira bronca, el odio al gabacho de 1.812, hondo, terrible… y desapareció: Incompatibilizaba al sistema. La nueva actitud vital mueve al desprecio, a no reír las gracias del agresor. Ese tiempo del Torneo “polémico” ya ha pasado porque somos conscientes de los trucos totalitarios. Ahora se trata de redefinir la ruta teniendo claro que los totalitarios tratarán a toda costa de imponer la “solución única”, o dicho en liso castellano, prohibir nuestras funciones; y de que lo harán conforme a su costumbre, voceando la indeterminación del sistema, abusando del sistema, utilizando las estudiadas contradicciones para lograr su gran objetivo estratégico: Destruir de todo lo que huela a antiguo, a contrastado, a eficaz. ¿Y luego?. Luego, la nada budista de la mente animal, perritos de Paulov atentos al silbato del instinto impuesto; en el mejor de los casos la vuelta al Neolítico; en el peor, el uso de turbante por real decreto. Claro que si cuando toca la Campana Gorda de Ciudad Rodrigo y ves subir glacis adelante a la caballería cubierta de sudor blanco, a los cinqueños con pelo de invierno, marcianos, esqueletos, obispos, vacas, espadachines .. Si ahí se te ocurre contar lo del Neolítico y los turbantes, entonces te miran de profundis y aunque no digan nada porque la talanquera es poco amiga de escribir, te parece que desde el parapeto de la Puerta del Conde canta una moza: “Don Julián Sánchez monta a
caballo, Y efectivamente, vienen… con los toros. ¿Cómo ser pesimista?. ¿El gabacho fulano quiere prohibirnos ser, en nombre de la libertad y el prohibido prohibir?: Ensilla y suelta el encierro. ¿El gabacho fulano quiere que se discuta nuestro derecho a respirar, a vivir conforme a nuestra costumbre en vez de conforme a sus caprichos?: Ensilla y suelta el encierro. Después de todo es lo que llevamos haciendo desde el siglo X, y aquí estamos. Así que esto nos enseñó el pasado año 2.014: Mejorar la unidad, la coordinación, el estudio, la legislación, y seguir creyendo cada día más en nosotros mismos, sabedores de que tendremos lo que ganemos con nuestro esfuerzo, no con regalos envenenados de gabachos. |