CÁCERES.  EL PRIMER FORO INTERNACIONAL DE FESTEJOS TAURINOS POPULARES. SESIONES SÁBADO 08 NOV

Redacción.

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     A las 9 de la mañana del 8 noviembre continuó el Iº Foro con la intervención de D. Íñigo Jáuregui Amuchategui sobre la sokamuturra o enmaromados vascos, función incorporada al patrimonio cultural del País Vasco.

     Cifró su origen en la captura de animales salvajes, constando la primera noticia escrita en Azpeitia, Archivo Municipal 1.567. Utilizada tal técnica por los carniceros para introducir reses en recinto urbano, con frecuencia tomaba un carácter lúdico que cristalizó a lo largo del siglo XIX en la responsabilidad municipal de su ejecución festiva, pasando posteriormente a cargo de los mozos.

     La función consiste en correr una vaca o novillo ensogada y cascabelada seleccionada para este fin, cuyo peso no puede superar los 350 kg.; la soga puede medir hasta 55 metros y pesar –si se moja- 92 kg.; la función dura de una a tres horas, corriéndose siete u ocho animales.

     Este año se han autorizado 191 funciones, destacando Deva como la villa que más ha corrido y Bilbao, que ha rescatado en sus fiestas este tipo de funciones de gran arraigo popular. Su desarrollo se ciñe a lo legislado en D. 183/2008.

     La siguiente intervención, a cargo del maestro Antonio Maya Maya, versó sobre las Capeas de Segura de León, espectáculo taurino tradicional desde 2.013.

     Describió la particular infraestructura que levantan vísperas del 14 de septiembre (Fiestas del Cristo), llamada de “tablaos” y “troneras” y construida sin metal, únicamente con madera, tabla y soga, para luego explicar la función.

     Tras la exposición pública de la tranca u horquilla, símbolo de toros, hacia las tres de la tarde trasladan hasta la plaza entre 20 y 30 vacas cárnicas cedidas gratuitamente por sus propietarios que pese a no ser necesariamente de lidia, hayan mostrado un potencial notable de acometividad, utilizando algunos años caballería, es la llamada Entrada.

     A la boca de la plaza esperan los aficionados la llegada de la vacada sin salir a recibirla, de modo que no corren el encierro consistiendo la costumbre en aguantar lo más posible: es el Encierro.

     Una vez en la plaza, se deja allí al ganado para que descanse hasta las seis de la tarde, hora en que se le entorila en una calle adjunta (corralada) para luego soltarlas a correr individualmente a la orden del ganadero, quien avisa golpeando con su vara en tablas tres veces. Suelen tener seis capeas, otra para mujeres y conforme corran los tiempos, otra para niños.

     A destacar que el premio recibido por los ganaderos es su salida a hombros, que el nivel de acometividad es elevado y que el mayor problema actual es la masificación.

     El maestro André Lescot tuvo a su cargo en dos sesiones la exposición del impacto económico y social de las dos tauromaquias francesas (Landas y Camarga) .

      La Camarga dispone 140 ganaderías de ganado autóctono que cría en la marisma, celebrando 880 festejos en puntas. Tras el fallido intento realizado en los años 40 de cruzar con bravo español para obtener fenotipo más aparente (salió de tamaño español y genio camargués: Demasiado peligroso) , se regresó a lo autóctono puro buscando un toro que al modo levantino siga a la presa y la alcance por cualquier medio, pero no se ensañe con ella, llegando a quitar de la circulación al toro “criminal”.
Alcanzan su edad óptima a los 10 / 12 años siendo su manejo en campo muy fácil, pues no atacan.

     Su tauromaquia se halla gobernada por la Federación Francesa de la Corrida Camarguesa, adscrita al Ministerio de la Juventud y Deporte y los participantes han de ser autorizados mediante licencia que se obtiene en las escuelas de “razeteurs”, voz que remite al torero especializado en los lances de aquellas funciones; los primeros del escalafón se conocen por “ases”. El “razet” o torero camargués lidiará toros archicorridos habilísimos en cortar terreno, cerrar salida y perseguir hasta el final, saltando frecuentemente las barreras en su ánimo de capturar al razet.

     Tienen como fuente de financiación el “toro-piscine”, lance que consiste en citar desde el interior de una piscina de plástico y lograr que el toro entre allí; la entrada cuesta sobre 5 euros y consiguen entre 1.000 y 3.000 aficionados; puesto que el alquiler de los seis animales importa sobre 300 euros, el beneficio es notable permitiendo financiar a la organización.

     Es una tauromaquia competitiva donde toros y toreros van siendo puntuados a lo largo de la temporada cobrando (unos y otros) en función de su categoría y precediendo en los carteles los toros a los toreros. Su fundamento consiste en quitar al toro –con la mayor rapidez posible- los adherentes colocados por el ganadero en frontal y astas: ficelles, glands, cocarde. La acción es premiada económicamente por empresas y particulares además de puntuar, todo ello en función de la dificultad del toro.

      Estas funciones son una exhibición de identidad, luciendo el traje tradicional de la Tierra y cualquier seña diferencial, de ahí su importancia más allá de lo artístico. Generan entre 20 y 30 millones de euros/año con máximos como Nimes, donde en cuatro días afecta a un millón de personas. Respecto a precios, el alquiler de un toro para ser corrido por los “ases” 15 minutos cuesta entre 500 y 1.500 euros., mientras que el biôu d`or o mejor toro de la temporada cuesta entre 5.000 y 15.000 euros.

     Celebra funciones con la caballería, entre ellas la “abrivade” o encierro/movimiento de los toros embolsados en una mano de jinetes (gardians) y la pintoresca “gaze” o vadeo al mediodía de ríos en cuyas riberas despliega la afición para ver nadar a toros, caballos blancos y jinetes; incluso utilizan sorprendentes barcas de circunstancia, tomando la función cierto carácter festivo.

     Las Landas tienen una tauromaquia que utiliza bravo español previamente instruido para sus fines, que son los mismos que en la Camarga, no utilizándose en la práctica la vaca marina, su ganado autóctono.

     La cría e instrucción se hacen en medio intensivo utilizando como maestra a ”la bretonne” o vaca (buey) mansa que sirve de parapeto al vaquero y a la que se unce la chota brava; una vez instruida, es posible moverla a cuerda y este punto es capital, pues en la corrida landesa salen enmaromadas al objeto de paliar su peligrosidad e incluso dirigir el ataque ya que de otro modo sería muy difícil cortarlas.

     Las Landas tiene 120 plazas de disposición particular a causa de sus toriles alineados, en ellas se puntúa a toros y toreros. Se gobiernan por una junta directiva de 50 miembros que rige a 238 asociaciones; celebran 568 espectáculos y tienen reconocidos formalmente a 245 toreros.

En ambas tauromaquias aparece el problema de encontrar compañías de seguros que intervengan a precio razonables, dada la frecuencia de los accidentes.

      El maestro Luis Manuel Antúnez Capucha evaluó la importancia económica, social y cultural de la tauromaquia popular en Portugal, donde se considera como Patrimonio Cultural Inmaterial.

      Describió el proceso a seguir para que sea reconocida dicha calificación señalando como punto principal el levantamiento de un inventario, lo que lleva su tiempo debido a la variedad de funciones. Hizo hincapié en dos ideas: Necesidad de reglamentación y reglamentación generada por los usuarios; es decir, que la legislación responda al modo en que quieren ser regidos esos usuarios ya que es frecuente a nivel legislativo cometer el grave error -tremendo error- de confundir fiesta con espectáculo.

     Compartió la opinión general de la antropomorfización del animal en el medio urbano y su explotación por las industrias culturales, generando en sectores europeos una actitud totalitaria que no tolera otras visiones; también las contradicciones de una moral antinatural, significando el caso de Dinamarca donde se proponía legalizar la zoofilia: “… siendo todos iguales ¿Por qué no? ..”.

      Respecto a lo económico, el maestro ni siquiera quiso valorarlo, resumiendo su doctrina con una pregunta de oro : “… ¿Cuánto vale la identidad de un pueblo?..”. No todo es dinero. Dio un paso más afirmando que la identidad se defiende con la vida porque es un derecho, no un regalo de nadie. Respecto al futuro era optimista pues hay un hecho constatable, cuantos más ataques se reciben, más gente llena las talanqueras. ¿Qué sucedería si esa afición adoptara una actitud totalitaria?.

     El maestro William Cárdenas trató sobre la tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial a tenor de las astracanadas sucedidas en Colombia, donde el capricho de un gobernante pretende imponerse al sentir de una nación.

     Pasó luego revista a la riquísima tauromaquia popular hispanoamericana, donde tuvo lugar un mestizaje cultural de modo que los indios poseen más de 200 ganaderías y aunque algunos no hablan castellano, son grandes aficionados a su particular tauromaquia: Pamplonadas y forçados mejicanos, corralejas colombianas, coleadores venezolanos etc … Ecuador y Perú celebrando más de 1.000 funciones taurinas populares al año etc... constituyen buena prueba de su salud.

      Al igual que sucede en esta orilla del Atlántico, también allí la tauromaquia es una seña de identidad con rasgos extremadamente particulares, como el del toro-cóndor, de cuya lidia pronostican cómo serán las cosechas o el San Juan Bautista de Pachacona.

     El maestro Jesús López Garañeda presentaba el Inmemorial Torneo del Toro de la Vega como espectáculo singular; buena parte de los alumnos conocían las realidades; otros no, incluso alguno (muy poco aventajado) entendía el Torneo conforme lo explican algunas cadenas de televisión sensacionalista, por lo que tras la correspondiente descripción histórica pasó a detallar minuciosamente cómo sucede realmente: En un arenal, un cinqueño entero, en puntas y sin tocar; frente a él, el lancero a pie o a caballo que tratará de vencerle evitando que cruce el Límite Posterior del Palenque, porque en ese caso habría vencido el toro y habría sido derrotado el hombre.

     Allí no hay burladeros, ni capotes que te le quiten en caso de accidente; allí acuden los toreros populares más prácticos de todas las comarcas taurinas y se crea tal atmósfera ceremonial que es preciso vivirlo para aprehenderlo.

      Es una escuela de virtudes fundada sobre los antiguos fueros castellanos y el espíritu de hidalguía, ideología imprescindible para insertarse en él; de ahí que sea el objetivo principal de grupos políticos y filosóficos decadentes, de toda la escoria moral.

     Tordesillas es la primera responsable de su mantenimiento y desarrollo, viéndose ayudada en la tarea por miles de aficionados cabales que jamás perderán su raíz ni su identidad por más que desde las esferas del poder político y judicial ignoren y protejan las agresiones que lleva a cabo un totalitarismo de opereta.

     El principal problema actual del Torneo es el elevadísimo número de torneantes que acude, problema que se ve paliado por la elevada calificación técnica y moral que poseen. Problemas más secundarios son la agresión de una parte de la cultura urbana y la cobardía moral de algún sector del taurinismo enfermo del síndrome de Estocolmo.

     Respecto a su futuro es de notar que los chicos de 14 años son los más fervientes defensores del Torneo, así como cualquier persona que ama la libertad y es humanista. A modo se colofón se proyectó una película donde se muestra al Inmemorial Torneo como es, en toda su dureza y su grandeza.

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)