CÁCERES. COMIENZA EL PRIMER FORO INTERNACIONAL DE FESTEJOS TAURINOS POPULARES.
Redacción. |
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La tarde del 7 de noviembre, el Director General de Administración Local, Justicia e Interior del Gobierno de Extremadura, D. Saturnino Corchero Pérez, inauguraba el Iº Foro Internacional de Tauromaquia Popular junto con el presidente del Colegio de Veterinarios de Cáceres, D. Juan Antonio Vicente Báez. Cerca de 300 alumnos asistían al Iº Foro, muchos de ellos veteranos con responsabilidades en el desarrollo de las funciones taurinas, tales como veterinarios, funcionarios, fuerzas de orden público etc … y otros, estudiantes que no tardando las tendrán. Una institución político-administrativa y otra técnica proponían y disponían el estudio a fondo de algo desconocido fuera de su ámbito natural y frecuentemente menospreciado; además lo hacían a lo grande: Baremando la inscripción en el Foro. No era, pues, una charla-coloquio más de la multitud que se celebran cuando llega el otoño, sino una escuela de formación. ¿Por qué lo hacían a sabiendas de las críticas malévolas que iban a recibir? . El director Corchero lo dijo muy claro: Extremadura celebra en 400 municipios cerca de 700 funciones taurinas; de ellas, más del 75 % son populares y con ellas se mueve la economía real, la vida real y lo que podíamos llamar “vida metafísica” o praxis de la identidad; en consecuencia, un gobierno serio tiene la obligación de preocuparse porque esta actividad se desarrolle óptimamente y para ello es imprescindible la formación de los técnicos y responsables que intervienen. En la misma línea se expresó el presidente del Colegio. Cáceres celebra 500 funciones de las que el 80 % son populares y en ellas intervienen 300 veterinarios. Es obligación del Colegio instruir a los nuevos y perfeccionar a los veteranos de modo que puedan aportar a esas funciones además de su capacidad técnica, el potencial que un técnico bien instruido puede ofrecer en la toma de decisiones. Como en España tenemos la costumbre de despreciar lo nuestro por el simple hecho de ser nuestro, poco y mal se conoce esta raíz que resiste crisis y persecuciones desde varios siglos, precisamente por ser raíz; así que era difícil hallar maestros capaces de enseñar realidades a los alumnos. El Colegio encargó tal papeleta a D. Francisco Hernández Alejandro, director del Iº Foro, quien con sus auxiliares dedicaron el verano a buscar maestros en Portugal, Francia y comarcas taurinas españolas hasta cuadrar un plantel cuyo principal interés era la alta representatividad (desde las Landas al Sabugal) y la cualificación de los maestros, buenos conocedores prácticos de la materia a tratar. Con tales prolegómenos expuso el director Hernández que este año el 88 % de las funciones taurinas han sido populares, de modo que la corrida de toros, brote de esa raíz, no puede ni debe cegar la realidad estadística llevándose el grueso del aprendizaje; es imprescindible para cualquier profesional conocer el terreno en que con más frecuencia actuará y conocerlo más allá de la mera aplicación reglamentaria. También señaló la importancia del aficionado como elemento transmisor y la necesidad de que se halle bien formado. La primera lección, “Relación del hombre con el toro. De la caza al bienestar”, fue dictada por D. Adolfo Rodríguez Montesinos. Comenzó admitiendo al uro como predecesor tanto de la raza de lidia como de otras que aún conservan fragmentos de su genoma, destacando entre ellas al betizu, a quien consideró el último bovino salvaje; luego resumió la evolución histórica de la tauromaquia hasta llegar a las castas fundacionales, donde la intervención humana ha tenido tal efecto que “.. charoleses y limousines se hallan más cercanos genéticamente que Santa Colomas y Domeqs ..”. Respecto a la tauromaquia planteó el problema de la montera: “… La corrida hace aguas ..”, achacándolo a que se ha extremado su carácter estético sacrificando la emoción y el riesgo; mientras, la talanquera vive una edad de oro. Respecto a la mentalidad urbana y su agresividad hacia la tauromaquia, lo achacó por una parte a la ignorancia urbanita, cuyo entorno humaniza al animal que sólo conoce por la televisión y los dibujos animados y deifica a la ecología, que también conoce por similares vías. Puso como ejemplo de tales desatinos una propuesta verde cuando se gestaba el tratado de Maastrich: La protección “.. a los animales sin dientes ..”. Pretendían penar el matar una mosca!. La segunda lección: “Cómo debe ser el toro del festejo taurino popular tradicional?” corrió a cargo de Pedro Fumadó Amenós, Luis Antonio Rodríguez García "Taru" y José Ramón Muelas García.
El maestro Fumadó, ganadero en el delta del Ebro, señaló las
características de las reses empleadas en la tauromaquia levantina,
cuya característica principal es el ser reutilizadas, de ahí que la
cría, selección y afinamiento sea específico. Se trata de buscar
elementos móviles, ofensivos y constantes en la persecución pero que
alcanzado su objetivo no se ensañen (o lo menos posible).
El maestro Rodríguez, ganadero en La Parrilla (Valladolid) y
proveedor, señaló las características de las reses a utilizar en la
tauromaquia castellana; estas reses sólo son utilizables dentro de
un ciclo festivo y se las pide agresividad contrastada además de
irreprochable trapío; especialmente, bien y aparatosamente
encornadas.
El maestro José Ramón Muelas comenzó especificando que el ideario de
la talanquera se halla en algunos puntos muy distante de lo
prescrito por una reglamentación restrictiva que ni abarca la amplia
tipología de las funciones, ni permite la evolución y variedad, ni
señala los recursos necesarios y suficientes para las celebraciones,
aumentando así los costes.
A la hora de elegir animales con destino a la tauromaquia castellana propuso aplicar tres tipos de criterios:
Estos
criterios deben detallarse en un procedimiento y las
correspondientes fichas de evaluación que permitan razonable
cuantificación. Tras las teóricas tuvo lugar la relación informal entorno a la mesa; de no menor importancia, ya que permitió la discusión e intercambio de puntos de vista. |