ADIÓS AL 2.010 EN "LA AFICIÓN VALLISOLETANA".

 J. Ramón Muelas García.

foto : Jose Carpita.


    Entrada la tarde del 29 de Diciembre, la “Afición Vallisoletana” cerraba el año en su sede del teatro Calderón. Buen sitio y buena afición para echar el candado a un año vibrante en lo que toca a talanquera y notablemente mejorable en lo que toca a montera.

     La despedida estaba amenizada por dos parejas flamencas; Carlos Salgado “Castañeta” y Emilio Salas, acompañados a la guitarra por Faustino Dueñas y Antonio Domínguez; medinense una, andaluza la otra, arrancaron puntuales en un salón repleto tras la bienvenida del presiente Manuel Grajal y la presentación de Santos García Catalán. La afición siguió llegando y llenando el bar adjunto al salón, donde todo eran saludos y charla en voz baja mientras los artistas iban tomando el punto.

     Me dijo hace años un cantaor gitano, amigo de mi padre, que los del arte son como los antiguos motores de gasoil: necesitan entrar en calor (ánima, voz y guitarra) para rendir; lo que lleva su tiempo y sus vasos de vino; además, necesitan desnudar el ánima para que vibre y transmita de tal modo que el oyente se eche en sus brazos. El marco óptimo para celebrar la metamorfosis es el tablao o la taberna donde corra el vino, donde se corte el humo, donde el murmullo atenuado de la conversación se vea coronado por el rasgar de voz y cuerdas. Eso era la Afición entradas las 9 de la noche, cuando explosionaron los artistas consiguiendo los momentos más puros de la noche, cuando salía la gente al pasillo porque tantos toreros reunidos ya no cabían, cuando se sucedían los encuentros entre quienes hacía tiempo no se veían, cuando el humo provocaría un infarto a la ministra de sanidad, cuando arrancaron por “los campanillleros”, buque insignia de la Navidad flamenca y la Navidad tomó cuerpo conforme a nuestras antiguas costumbres.

     Llevábamos otro objetivo a mayores de ver a los amigos en el marco descrito: un Nacimiento.

     Nos habían elogiado el Nacimiento elaborado por Sagrario Abad Verdejo que se exponía en sala adjunta como obra artesanal donde figuras, fábricas, paisajes, vegetación, urbanística y los mil conceptos reunidos en todo Nacimiento, tomaban especial significación. No exageraban. El misterio sucedía en la plaza mayor de un pequeño y dieciochesco pueblo castellano, de aquel centro brotan calles reticuladas donde la autora resuelve el menor y mas delicioso detalle.

- Tiene cojones (decía Jose Carpita) si es que ha puesto hasta la teja a tapadera para eliminar una gotera!.

     Alambreras en los pequeños gallineros, sabanas secando sobre balaustradas o ancladas con piedras en la ribera, rebaño merino, huerta preñada y .. un cercado con tres utreros zainos!. Como no hay manera de encontrar toros bravos para poner en los nacimientos, Sagrario ha manipulado tres vacas lecheras, sube cuerna y cruz, alarga espina dorsal, aleona el pecho, mano de negro y consigue lo que no debe faltar en todo buen nacimiento torero : toros. ¿Cuándo ofrecerán los fabricantes una bolsita de toros bravos?. Ya nos cansa tanta oveja.

     En conclusión que pasas media hora de sorpresa en sorpresa degustando la amable y cuidada obra.
Lector, si estas interesado en este arte de los nacimientos, visita www.elbelendeminieto.blogspot.com y aunque no lo estés, ve a esta dirección : http://listas.nortecastilla.es/el-mejor-belen-de-valladolid-38.html y vota al Nacimiento de Sagrario para que gane el premio del Norte de Castilla. Ya, ya sé que mentarte el Norte .. pero estamos en Navidad y no dejaría de tener su cosa que ganara el concurso una de nuestras toreras.

     Cerramos la función como la de Navidad en Portillo; polvorones del Toro Vega (los mejores del mundo y no exagero); copas al aire, aunque hoy de champán catalán; pero –importante pero- avalado por el presidente Manuel Grajal, quien aseguró que los bodegueros que le elaboran también son toreros, de modo que puede brindarse con toda confianza.

     Y así terminó el año en “La Afición”, bajo la mirada severa de un toro disecado, altivo en su metopa, frustrado por no engatillar un polvorón y orgulloso de vivir otra champanada más en ese templo de la afición que es “La Afición”.

Lector: feliz año nuevo!.


Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)