SAINTES-MARIES DE LA MER. TOROS CORRIDOS EN LA CAMARGUE (FRANCIA)

texto y foto : J. Ramón Muelas García

La peña Afición Taurina Vallisoletana no anda con chiquitas cuando organiza una salida. Llegaron el doctor Grajal, los Santos y compañía y ... se propusieron ir a Nimes por Los Santos. Amablemente aceptaron la compañía de una comisión del Patronato de modo que tras 1.000 km., aparecimos en Nimes.

Excelentes la organización, alojamiento y manutención, desarrollando puntualmente el programa cultural-taurino y demostrando que la veteranía de la Afición, es un grado.

¿Por qué Nimes?. Porque con la “globalización”, cada día es mayor la necesidad de conocimiento mutuo entre aficiones. Globalización relativa : No hace ni  1335 años que Nimes recibía al rey visigodo Wamba, cuya morada era Toledo y cuya hueste, posiblemente supiera muy bien lo que es correr un toro.

Con tales polvos, estos lodos: Toros en Castilla, toros en la Septimania; misma causa, mismo efecto, aunque hoy aquello sea Francia, el veneno taurino campea alegremente –in crescendo- por ambas tierras.

Lo de los lodos no es figura. Llovió incesantemente durante el tiempo de difuntos; tanto, que el primer objeto de la visita: tienta en casa de los Jalabert, hubo de trasladarse a la plaza de Paul Ricard por hallarse inundada la de los anfitriones. El segundo: ver la 4ª edición de acoso y derribo en la playa mediterránea de Saintes-Maries de la Mer, cambió de configuración. Las lluvias se habían llevado la playa!.

No hay obstáculos cuando se trata de toros, la Association Saintoise pour l’Animation Comérciale; es decir, la Asociación de Empresarios, reflexionó prudente y concluyó (en francés). No hay playa? ..  pues a cualquiera de los numerosos y bellísimos prados cercados que tapizan la Camargue!. Vaya problema!.

Y eligieron el prado de Mas du Menaje.

Un rectángulo impecable de 500 x 80 m. cercado por tapia natural de zarza reforzada con otra de alambre de espino. En el interior, barrera –es un decir- fabricada con valla de obra, de modo que entre la pared de espino y la barrera quedaba pasillo de 3 metros.

En el breve pasillo, al menos 3000 aficionados se apretaban para contemplar las colleras de jinetes españoles, franceses y portugueses que iban a concursar. ¿Qué nación lo haría mejor?.

Sobre el cielo plomo aparecieron hermosos caballos, varas, la parada de cabestros y ...sospechosos torerillos, cortadores camargueses, alumnos de escuelas taurinas, sospechosísimos aficionados que obedecían a medias las órdenes del director de lidia cuando mandaba replegarse tras la valla, madres con sus chicos, elegantes señoras trando del perro ..  en fin, que tras la fachada del concurso acechaba una multitud con más ganas de correr al toro que de extasiarse ante concursos internacionales; o sea, de no ser sujeto paciente, sino agente y a la que en mi opinión, lo que la importaba era sentir al toro.

Fueron presentadas y recibidas las colleras con aplausos corteses, igual que Juan Bautista Jalabert y Alejandro Talavante, encargados de tentar un cinqueño en el prado.

Sin mayores prolegómenos (hay que regalarlos un par de bombas reales), salió del fondo del prado la primera erala, derribada por los garrochistas al llegar a la línea. Siguió el bicho hasta el final del prado y cayó sobre ella la ansiosa nube de muletas, capotes, cortadores, corredores, chaquetas, fotógrafos, un par de perros, abuelos y abuelas .... Como ni la soltaban ni daban ocasión a ser puesta en conserva por la parada, soltaron otra erala.

Lanzó el jinete puyazo a la penca; cayeron jinete y erala: hora de quites!. Allá fue la nube a lancear. Daba gloria verlo!. Aquello era una función de toros corridos en toda regla

Más o menos, este fue el discurso hasta el mediodía; hora de tentar un cinqueño castaño. Ahora el director leyó la cartilla a la afición : al toro, ni acercarse; todos detrás de la valla.

Bien fuera por la caída, bien porque de su natural necesitaba vitaminas, llego al peto del picador quedado, pesado, remolón, cabeceador y mulesco, sacándole -capote en alto- un veterano banderillero.

Al calor de la mini vara se aproximaron varios toreros con sus percales, llevando de infiltrado a Santos Lorenzo. Hicieron cuerpo a tierra por el decir de qué, por cumplir con el director, por presenciar en barrera in albis la faena de Jalabert y Talavante y .. por si se escapaba algo.

Vano intento; tiraron del toro trasladándole al rincón más lejano del prado, donde los toreros consagrados pudieran ejercer su oficio sin ayudantes y allí comenzó el intento de tienta; vano, porque el cinqueño se tumbó.

En resumen, un Valonsadero a la francesa; sin voces pero con la misma pasión por el toro; algo más disciplinada, pero sólo algo más y sólo de momento; no tardarán los septimanos en organizar una orgía taurina estilo soriano.

Ambiente familiar, festivo y con la tradicional discreta –aunque notable- elegancia en modos, decires y vestidos propia de la nación. Un agradable party taurino que está comenzando su andadura y que justifica el viaje de 1.000 Km.

Por la tarde tenían –con invitación- una  soiree de gala; actividad que manifiesta la importancia dada a los detalles y el aroma a hito social con que se quiere dotar a la edición anual de acoso y derribo.

Habrá que volver sin prisas a la Camargue para aprehender sus caballos blancos cubiertos de garcetas, sus pantanos-prados, los vinos del Languedoc y costières de Nimes en particular, sus toros cornipinos, su culta afición, y una larga lista de materias. Esto sólo ha sido un reconocimiento cuyo parte final es : buen genero esto de la globalización taurina. Repetir

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)